Se centra en evitar la pérdida o exposición no autorizada de datos sensibles, ya sea intencionada o accidentalmente. Utiliza herramientas como políticas de prevención de pérdida de datos (DLP), monitoreo de actividad y encriptación para garantizar que la información crítica permanezca segura dentro de la organización.
Bloquea transferencias no autorizadas de información confidencial a dispositivos o plataformas externas.
Asegurar que los datos personales y corporativos cumplan con normativas como GDPR, HIPAA o PCI-DSS.
Monitorea y restringe el intercambio de datos a través de correos, dispositivos USB y servicios en la nube.
Monitorea y bloquea intentos de enviar datos confidenciales a plataformas externas, como correos personales o servicios en la nube.
Restringe el acceso a dispositivos USB o discos externos para evitar copias no autorizadas de información.
Detecta comportamientos inusuales, como intentos de descarga masiva de datos o accesos fuera del horario normal.
Evita que empleados compartan datos sensibles inadvertidamente a través de correos o plataformas públicas.